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DE BARCELONA

El Paseo de Gràcia, conocido en catalán como Passeig de Gràcia, es una de las avenidas más emblemáticas y sofisticadas de Barcelona, que conecta la Plaza Catalunya con el barrio de Gràcia. Esta arteria destaca por su impresionante arquitectura modernista, donde se pueden admirar obras maestras de renombrados arquitectos como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch.

Una de las obras más emblemáticas del arquitecto Antoni Gaudí, construida entre 1906 y 1912 en el Paseo de Gràcia de Barcelona. Este edificio modernista destaca por su fachada ondulada, que evoca las formas del mar, y por sus balcones de hierro forjado que imitan plantas trepadoras. La Pedrera fue innovadora en su diseño, incorporando un sistema de patios interiores que permiten la entrada de luz y ventilación a los apartamentos.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, La Pedrera es un testimonio del genio creativo de Gaudí, reflejando su profunda conexión con la naturaleza y su capacidad para fusionar funcionalidad con estética.

Una de las obras más icónicas de Antoni Gaudí, se encuentra en el número 43 del Paseo de Gràcia en Barcelona y es un ejemplo excepcional del modernismo catalán. Construida entre 1904 y 1906, esta remodelación de un edificio existente destaca por su fachada ondulada, que evoca la forma de un dragón, con cerámicas de colores vibrantes que simulan escamas. La estructura es una celebración de la naturaleza, con elementos orgánicos y decorativos que reflejan la creatividad desbordante de Gaudí.

Majestuoso templo diseñado por Antoni Gaudí, es uno de los símbolos más reconocibles de Barcelona y un ícono del modernismo catalán. La construcción de esta basílica comenzó el 19 de marzo de 1882, inicialmente bajo la dirección del arquitecto Francisco de Paula del Villar, pero Gaudí asumió el proyecto en 1883 y lo transformó radicalmente, fusionando estilos góticos y art nouveau en una obra única.

La Sagrada Familia se caracteriza por sus tres impresionantes fachadas: la del Nacimiento, rica en detalles que celebran la vida de Cristo; la de la Pasión, que refleja su sufrimiento; y la aún inacabada fachada de la Gloria, que simboliza su resurrección y el juicio final.